Izan Guevara cumple un sueño: Yamaha le permite subirse por primera vez a una MotoGP en un test privado en València

La victoria en Moto2 le vale a Guevara su primera toma de contacto con una MotoGP, cumpliendo la promesa de Pramac Yamaha.
El paddock de València vivió hoy una de esas historias que recuerdan por qué este deporte sigue enamorando a tantos aficionados. Izan Guevara, reciente ganador del Gran Premio de la Comunitat Valenciana en Moto2, recibió una recompensa muy especial por su gran actuación: pilotó por primera vez una MotoGP, la Yamaha YZR-M1 2025, en el test privado que la fábrica japonesa celebró en el Circuit Ricardo Tormo.
Todo comenzó con una promesa. Tras el GP de Malasia, Gino Borsoi, director del Pramac Yamaha tanto en Moto2 como en MotoGP, retó al mallorquín: si ganaba una carrera antes de terminar la temporada 2025, le dejaría probar una MotoGP. Y Guevara cumplió su parte el pasado domingo en Cheste. Hoy, a las 11:38h, Borsoi cumplió la suya.
Borsoi: “Ha demostrado su talento desde la primera tanda”
Tras ver las primeras vueltas del español sobre la M1, Borsoi aseguró en el comunicado oficial del equipo que Guevara es “el primer piloto de BLU CRU en probar una MotoGP” y que, una vez más, dejó claro su nivel. Explicó que completó dos tandas de cinco vueltas cada una, en las que destacó su rápida adaptación, la gestión de la frenada y su forma de interpretar los puntos críticos del trazado.
“Esta oportunidad surgió de una apuesta que hice con él en Malasia, después de ver lo mucho que había mejorado en la segunda parte de la temporada”, añadió. “Tras su victoria en València, hoy ha recibido su recompensa. Espero que esta experiencia le dé aún más motivación de cara a 2026”.
Las sensaciones de Izan: “Un sueño hecho realidad”
Guevara vivió una jornada inolvidable y lo expresó con emoción al bajarse de la moto. “Estoy muy agradecido a Yamaha por darme la oportunidad de probar la M1. Montar en una MotoGP es el objetivo de cualquiera que quiera convertirse en piloto profesional”, afirmó. Antes de salir a pista mantuvo una reunión técnica con el equipo de Jack Miller, quien le cedió su moto para esta experiencia.
El joven quedó especialmente sorprendido por la brutalidad del motor: “La potencia de esta moto es increíble. Me sorprendió mucho la aceleración; incluso antes de cambiar de marcha, notaba que aún quedaba potencia por explotar”. También destacó la suavidad en curva y la manejabilidad general de la Yamaha: “La sensación fue fantástica. En la recta, entendí de verdad lo que significa gestionar esta potencia durante una carrera”.
Guevara cerró la jornada agradeciendo a Yamaha, al equipo y a Miller por hacer posible un paso que, para cualquier piloto, marca un antes y un después. Una jornada histórica para él… y seguramente la primera de muchas en el camino hacia MotoGP.



